En su publicación del mes de noviembre del 2001, el British Journal of Nutrition, una de las revistas científicas más prestigiosas, publica un estudio canadiense que comprueba los fundamentos científicos del método Montignac.
Los autores de este estudio son científicos eminentes de la Universidad de Québec. Su jefe de rango, el profesor Jean Dumesnil perdió 21 kilos en 1996 con el método Montignac. La impresión que causó este suceso sobre si mismo lo llevó a profundizar los principios científicos del método.
Luego, con su equipo científico y sus eminentes colegas, el profesor nutricionista Angelo Tremblay y el profesor especialista de enfermedades lipídicas Jean-Pierre Depres, lleva a cabo una experimentación que compara el método Montignac con dos dietas recomendadas por las instancias oficiales.
Para este estudio, 12 hombres (de edad promedio de 47 años) con una sobrecarga ponderal importante (peso promedio de 103,5 kilos) fueron voluntarios. Todos tenían buena salud a pesar de lo elevado que era su IMC (índice de masa corporal de un promedio de 33).
Este grupo fue sometido a tres dietas diferentes durante seis días con periodos de reposo de dos semanas entre cada una. Para cada periodo de seis días, todas las comidas se tomaban en centro de experimentación del Hospital Laval de Québec. Evidentemente, todo lo que comían era calculado con precisión.
A principios y a finales de cada periodo de experimentación, se hacían análisis sanguíneos. El último día se hacían incluso análisis cada hora para medir las variaciones por hora del nivel de glucosa, de insulina y de triglicéridos durante una jornada tipo.
Las tres dietas de la experimentación fueron las siguientes:
Dieta 1: la dieta recomendada por el AHA (American Heart Association), la asociación de cardiología de EEUU. Esta dieta es baja en aportes grasos pero no impone ninguna restricción cuantitativa de comida.
Dieta 2: el método Montignac que recomienda sobre todo el escoger los glúcidos únicamente entre los que tienen un IG (índice glicémico) bajo. Esta dieta no comporta ninguna restricción cuantitativa, conforme al método; los participantes podían comer ad libitum los diferentes alimentos del menú.
Dieta 3: es la dieta de la AHA (American Heart Association) pero limitada en calorías. Los participantes solo podían consumir la misma proporción de calorías que habían consumido espontáneamente mientras habían aplicado el método Montignac (dieta 2).
La dieta de la AHA (dieta 2) fue escogida porque constituye una referencia en América del norte en cuanto a la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Esta dieta nunca ha tenido por objetivo principal el adelgazamiento. Fue concebida principalmente para mejorar el balance lipídico, por eso no tiene restricciones cuantitativas. Su interés reside en que esta dieta ha sido construida según las recomendaciones de los nutricionistas oficiales: pocas grasas y muchos glúcidos sin distinción entre ellos.
La hipótesis de principio del profesor Dumesnil es que la dieta 2 (Montignac) conduce a los participantes a consumir menos calorías que durante la dieta 1 (AHA) a pesar de que en ambos casos pueden comer ad libitum. En efecto, se había dado cuenta por su experiencia personal, que el método Montignac daba una sensación de saciedad muy importante. Esta hipótesis se revelará fundada, como lo explicaremos más adelante.
En cuanto a la dieta 3 en la medida en que la cantidad de comida era limitada, se puede decir que era una versión restringida de la dieta AHA (dieta 1) y que corresponde más o menos a las dietas adelgazantes que prescriben los nutricionistas tradicionales y los hospitales.
Es interesante observar con respecto a cada experimentación, las calorías promedio consumidas y la repartición proporcional de los macronutrimentos. Por lo mismo, se compara la variación de peso y de medida de caderas así el periodo de observación sólo sea de seis días. La tabla siguiente indica estas cifras:
Dieta 1
(AHA a discreción) |
Dieta 2 (Montignac a discreción) |
Dieta 3
(AHA limitada) |
|
Kcal./día
|
2798
|
2109
|
2102
|
La primera observación que se puede hacer es que el número de calorías que se consume en la dieta 2 (Montignac) es inferior del 25 % al de la dieta 1 (AHA) a pesar de que en las dos dietas la comida se servía a discreción. Este resultado es aun más sorprendente y significativo, sabiendo que los participantes tomaron los alimentos ofrecidos en la dieta Montignac sin dificultades.
Los profesionales de la nutrición saben que una disminución calórica tan importante solo es posible, habitualmente, con medicamentos que cortan el hambre. Muchas de estas drogas han sido retiradas del mercado por los graves efectos segundarios que generan. Por otro lado, los cuestionarios que llenaron todos los participantes después de cada experimentación demuestran que ellos tenían una total sensación de saciedad mientras aplicaban el método Montignac.
Al contrario, los cuestionarios llenados al fin de la dieta 3 (versión restrictiva de la dieta AHA -dieta2) demuestran que los participantes no sentían saciedad. Algunos de ellos hasta querían abandonar la experiencia porque soportaban muy mal la restricción cuantitativa. Este comportamiento es, de hecho, coherente con respecto al rechazo físico en general de las dietas hipocalóricas.
La reducción espontánea del aporte calórico durante la dieta 2 (Montignac) es una de las explicaciones del suceso del método. Su aplicación es, efectivamente, muy fácil puesto que se logra un nivel de saciedad satisfactorio aun así se coma menos.
Se pueden dar dos explicaciones de este fenómeno. Primero, el consumo de proteínas es espontáneamente más alto siendo que numerosos estudios han comprobado que las proteínas tienen un efecto de saciedad superior al de los otros nutrientes. Segundo, los glúcidos que se consumen con el método Montignac son exclusivamente de IG (índice glicémico) bajo. El experimento demostró también que estos glúcidos tienen una capacidad de saciedad relativamente alta.
Además, cuando se limita la glicemia, los glúcidos de IG bajo impiden las hipoglicemias reactivas que prolongan la sensación de hambre.
En cuanto a la perdida de peso y de medida de caderas, es la dieta 2 (Montignac) que induce la reducción más significativa. Efectivamente, esta disminución es dos veces más importante que con la dieta 3 (AHA limitada) siendo que el número de calorías consumidas es el mismo.
Es interesante observar las cantidades de nutrientes de las dietas 2 y 3 con respecto a las de la dieta 1. Esta tabla nos permite observar las variaciones entre las tres dietas:
Dieta 1
(AHA a discreción) |
Dieta 2 (Montignac a discreción) |
Dieta 3
(AHA limitada) |
|
Kcal./ día Proteínas (Kcal.) Lípidos (Kcal.) Glúcidos (Kcal.) Fibras (gramos) |
1.00
|
0.75
|
0.75
|
Así mismo con respecto a la dieta de control (dieta 1 - AHA), podemos observar que el método
Montignac genera espontáneamente una disminución de 49 % de los glúcidos y de 20 % de los lípidos siendo que el aporte proteínico aumenta del 55 %.
Según el profesor Dumesnil, esto es una modulación potencialmente interesante, sobre todo porque estas disminuciones se dan entre las malas grasas y los malos glúcidos. Por otro lado, nunca ha sido demostrado que una aumento de esta proporción del aporte proteínico tenga algún inconveniente.
Para el profesor Dumesnil era importante poner en evidencia los efectos del método Montignac sobre la glicemia y la insulina puesto que éstas son uno de los fundamentos del método.
Las curvas de los gráficos siguientes muestran los cambios horarios de los niveles de glucosa e insulina observados durante un día entero por cada dieta.
Niveles horarios de glucosa (a) y de insulina (b) tomados durante el día 6 de cada dieta.
(), dieta 1, American Heart Association (AHA) fase I, ad libitum
(), dieta 2, índices glicémicos bajos, baja en grasa y alta en proteínas ad libitum
(), dieta 3, American Heart Association (AHA) fase I, restringida
En la figura 9-1, los tres picos corresponden a las tres comidas. Al desayuno, las tres dietas inducen una elevación importante de la glicemia pero después del almuerzo y de la cena, la glicemia es inferior con el método Montignac. El pico de glicemia del desayuno con el método Montignac se explica porque en esa comida del día predominan los glúcidos y tiene un resultado glicémico más alto que las dos otras comidas.
La figura 9-2 muestra que los niveles de insulina siempre son más bajos con el método Montignac, inclusive después del desayuno. Al final del día, el nivel de insulina es comparable a lo que era durante el método Montignac.
Este punto es particularmente importante porque demuestra que el potencial metabólico de los alimentos es aun más importante que el contenido energético. Esto constituye uno de los fundamentos del método Montignac.
Los resultados de este estudio comprueban que los índices glicémicos pueden ser utilizados correctamente para disminuir de manera drástica los niveles de glucosa y de insulina y aun así obtener un nivel satisfactorio de saciedad. De esta manera se podrá disminuir o prevenir el hiperinsulinismo que es un factor de riesgo de la diabetes, de la obesidad y de algunas enfermedades cardiovasculares.
Entre todos los resultados observados después de esta experimentación, los que se han obtenido en cuanto a los factores de riesgo cardiovascular son seguramente los más espectaculares. Las tablas siguientes resumen los efectos de las tres dietas en cuanto a los perfiles lipídicos:
• Dieta 1 (de la American Heart Association a voluntad)
Antes | Después de 6 días | |
Triglicéridos Colesterol total Colesterol LDL Colesterol HDL Ratio – Relación Colesterol/ HDL |
1.77 4.96 3.22 0.92 5.42 |
2.27* 4.94 3.07 0.83* 5.98* |
* indica un cambio significativo de un punto de vista estadístico |
Los cambios significativos son:
- una disminución de 10 % del colesterol HDL ("colesterol bueno")
- una aumentación de 9 % del Ratio Colesterol/ HDL
- una aumentación de 28 % de triglicéridos
Todos estos cambios son negativos y van en contra de los resultados esperados.
Sólo se puede constatar que esta dieta genera una agravamiento de los factores de riesgo cardiovascular siendo que paradójicamente, éste método alimenticio es el que recomienda el organismo norte americano de prevención cardiovascular. También es el que se les prescribe lo más a menudo a los pacientes con enfermedades cardiacas e hipercolesterolemia.
• Dieta 2 (método Montignac)
Antes | Después de 6 días | |
Triglicéridos Colesterol total Colesterol LDL Colesterol HDL Ratio – Relación Colesterol/ HDL |
2.00 5.25 3.41 0.93 5.71 |
1.31* 5.04 3.52 0.92 5.53 |
* indica un cambio significativo de un punto de vista estadístico |
En este caso, el nivel de colesterol HDL no cambia pero el nivel general de colesterol baja un poco, por ello, el ratio Colesterol/ HDL mejora.
Pero la mejora la más espectacular es la de los triglicéridos, que disminuyen de 35%.
La diferencia entre el nivel del último día de las dietas 1 y 2 es particularmente significativa porque corresponde a más del 70 %.
Según el profesor Dumesnil no existe un medicamento en el mercado, si efecto segundario, que sea capaz de generar una baja tan radical de los triglicéridos en un tiempo tan corto (6 días).
• Dieta 3 (de la American Heart Association con un aporte calórico idéntico al de la dieta 2, es decir con una disminución energética del 25 % con respecto a la dieta 1).
Antes | Después de 6 días | |
Triglicéridos Colesterol total Colesterol LDL Colesterol HDL Ratio – Relación Colesterol/ HDL |
1.76 5.01 3.24 0.96 5.26 |
1.63 5.05 3.38 0.91 5.65* |
* indica un cambio significativo de un punto de vista estadístico |
El único cambio significativo es negativo. Se nota una aumentación de la relación Colesterol/ HDL; efecto nefasto puesto que va en contra de los esperado.
• Insulina
El nivel de insulina fue medido en ayunas y el de la hiperglicemia después de cada comida. De esta manera se pudo demostrar una disminución muy significativa de estos parámetros con la dieta 2 (método Montignac) siendo que no hay mucha diferencia con las dos otras dietas.
Estos resultados, según el profesor Dumesnil, van en el sentido de una disminución del hiperinsulinismo y de la resistencia a la insulina después de la dieta 2 (Montignac). Los resultados son aún más sorprendentes cuando se sabe que se notaron después de sólo 6 días y sobretodo, confirman la tesis según la cual la resistencia a la insulina (que genera la diabetes de tipo 2) tiene un origen nutricional en la mayor parte de los casos, sobre todo por el consumo de glúcidos a IG alto.
• Tamaño de las partículas de LDL
Este parámetro es considerado hoy en día como uno de los factores de riesgo cardiovascular. Mientras más pequeños, más riesgo se corre e inversamente. Por este mitivo después de la dieta 2 (Montignac) se ha podido constatar que el tamaño de las partículas de LDL había aumentado de manera significativa siendo que no había cambiado con las dos otras dietas.
Una modificación tan rápida e importante en el buen sentido tan sólo modificando las costumbres alimenticias nunca había sido descrita, según el profesor Dumesnil.
Vale recordar que el profesor Despres (quién también participó en este estudio) había descrito, en otras circunstancias, un trío metabólico mortal que multiplica por 20 el riesgo de un accidente coronario.
Este trío es frecuente en los hombres con obesidad abdominal y asocia:
• un hiperinsulinismo
• una aumentación de las apolipoproteínas B (que transportan el colesterol LDL)
• une aumentación del nivel de pequeñas partículas densas de colesterol LDL.
Desafortunadamente, este perfil lipídico es muy común. Según el profesor Dumesnil, el método Montignac es particularmente prometedor en este caso, sobre todo que este tipo de paciente, precisamente, responde menos bien a los tratamientos dietéticos y a los medicamentos tradicionales.
Este estudio confirma las dudas en cuanto a las recomendaciones nutricionales oficiales, construidas sobre modelos teóricos y sin resultados reales. En muchos casos, estas recomendaciones van en contra de lo que se esperaba.
Este estudio demuestra, por otro lado, que el método Montignac hace resaltar el potencial metabólico de los alimentos (sobre todo el IG de los glúcidos) y genera cambios metabólicos positivos en muy poco tiempo (6 días):
- reducción de peso y de la medida de caderas;
- reducción de la glicemia y de la insulina diarias;
- reducción del nivel de insulina en ayunas y después de las comidas;
- mejora del ratio colesterol/ HDL;
- disminución espectacular del 35 % de los triglicéridos;
- aumento del tamaño de las partículas del colesterol LDL;
y por ello,
- contribuye positivamente en la disminución del hiperinsulinismo y de la insulinorresistencia.
Esto hace afirmar al profesor Dumesnil que el método Montignac permite adelgazar de una manera eficaz, sin frustraciones (lo que permite resultados a largo plazo) pero que también constituye una manera estupenda de prevenir (y hasta de reducir) los factores de riesgo cardiovascular y el diabetes de tipo 2.
Naturalmente, aun así los resultados de este estudio sean concluyentes, el profesor Dumesnil decide, como buen investigador, decide comenzar un nuevo estudio para confirmar sus conclusiones a largo plazo.
En una de sus presentaciones termina así:
"En este contexto hay que recordar los resultados del profesor Walter Willet de la Universidad de Harvard también. A lo largo de sus estudios epidemiológicos a gran escala ("Nurses Health Study", más de 75 000 enfermeras seguidas durante 10 años y "Health Professionnals Study", con más de 45 000 hombres) él demostró claramente que había una relación evidente entre el resultado glicémico de la alimentación y los riesgos de enfermedades coronarias y de diabetes de tipo 2.
Esto se verifica a tal punto que la carga glicémica se ve como un factor de la enfermedad coronaria. También se debe notar que esta carga glicémica sólo se establece con respecto a los índices glicémicos. El autor insiste mucho en este punto y en particular en el hecho de que la clasificación tradicional de azúcares complejos (lentos) y azúcares simples (rápidos) no tiene nada que ver con esto y que por ello no tiene ninguna relación con la diabetes de tipo 2.
Los resultados de este primer estudio son una importante confirmación epidemiológica de la noción de los índices glicémicos y de la importancia de estos en nuestra alimentación. Éstos también constituyen una evidencia indirecta de que la resistencia a la insulina y la diabetes de tipo 2 tienen seguramente un origen nutricional. La próxima etapa es ver como utilizar el concepto de los índices glicémicos en una terapia a largo plazo."
* "Effect of a low-glycaemic index – low fat – high protein diet on the atherogenic metabolic risk profile of abdominally obese men",
Jean G. Dumesnil, British Journal of Nutrition (2001), 86, 557-568 . Nov. 2001